Materia, texturas, relieves…expresividad aludida por la sensación táctil. Desborde de materia, deseos de salir de bidimensionalidad. El motivo desborda la plenitud de la superficie, la materia se encarga de expresarlo impulsivamente con sus brotes de color. Cromatismos terrenales, deseo de volver a la naturaleza, de donde fueron encontrados.
Sus texturas propias aluden caminos, hasta a veces toman vida propia en rostros extraños. El mapa textural termina por convertirse en la convergencia de personajes extraños, que aparentan estar reprimidos.
Ahora, la contradicción resulta de los personajes y los cromatismos terrenales o sea, la naturaleza? Es que no somos acaso parte de ella? O por lo menos de su paisaje perceptivo. Le damos existencia a la naturaleza gracias a nuestros ojos, por lo que no me puedo desprender tampoco de la condición antropológica de la circunstancia. Podría quizás entenderla como la “realidad” perceptiva de mis ojos. Una realidad subjetivada por “mi ventana”, la que ni dejo de pretender que sea común a otro ser, … me conforme como un “ser fiel” a la ventana de mi alma.
martes, 2 de enero de 2007
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