miércoles, 7 de febrero de 2007

D'arT



Cuando el verbo flamígero afirma: en lo interior del hombre reside la verdad.
Desazón apasionada….
¿Podemos admitir un arte impersonal?...¿Cabe siquiera hablar de un arte impasible?. La negación del fervor apasionado como elemento esencial del arte llega a mutilaciones tan inquietantes como temerarias.
…las pasiones merecen reverencias: no deben, no pueden ser suscitadas en vista de las mezquinas compensaciones de la humanidad o de sus todavía más mezquinos elogios.
Pasión pues, enardecida en el contraste entre sueño y realidad, entre arte y crudeza existencial.
“¿Cómo podía ser de otro modo para quien sentía como exigencia primera, el imperativo de ser fiel a su nobleza espiritual?"



José León Pagano

No hay comentarios: